ENTENDIENDO AL NIÑO CON TDAH Y ALTAS CAPACIDADES
- rociosanmartinchap
- 27 sept 2017
- 2 Min. de lectura

Los problemas de concentración que presentan los niños con TDAH suelen influir en el rendimiento académico, pero no por ello son menos inteligentes que el resto. Inteligencia y concentración son capacidades relacionadas pero independientes. La comorbilidad entre TDAH y altas capacidades es algo que puede y se da en muchas ocasiones. Entre otras cosas, esto puede ocasionar errores en la evaluación, ya que el menor puede presentar buen rendimiento en las pruebas y aparentar que no presenta dificultad alguna. Ello implica que los niños con TDAH y altas capacidades suelen ser diagnosticados más tardíamente y que no se tomen las medidas necesarias tan pronto como sería deseable.
También puede ocurrir que en la evaluación se confundan altas capacidades con un TDAH. En el momento en que el niño se despista y no atiende a lo que el profesor explica, podemos pensar que es TDAH, y sin embargo deberse a que se aburre en clase porque lo que se explica le resulta muy sencillo. La diferencia es que los niños con altas capacidades suelen hiperconcentrarse y sacarle mucho partido a las actividades que les gustan. Por el contrario, los niños con TDAH no suelen centrarse demasiado en un área concreta ya que suelen cansarse, su nivel de atención desciende y rápidamente pasan de una actividad a otra.

Es muy frecuente que los niños con TDAH y altas capacidades presenten una presión añadida, ya que su condición de chico inteligente lleva a pensar a los demás que puede obtener fácilmente un buen rendimiento académico, y que si no lo hace es porque no quiere. Sin embargo, y muy al contrario de lo que se podría pensar, puede presentar malas notas debido a la unión entre síntomas del TDAH y al aburrimiento que muy a menudo presentan los menores con altas capacidades en el aula. Al mismo tiempo, a las dificultades en las relaciones sociales que pueden presentar por su impulsividad también se le añade el hecho de que suelen ser más maduros que los otros niños de su edad. Algo que ocasiona una relación complicada.
Sin embargo, y como cabría esperar, no todo son dificultades, y en ocasiones la unión entre ambas características da como resultado aspectos muy positivos. Así pues, los niños con TDAH suelen ser muy curiosos y llamarles la atención diferentes estímulos. Si a esto se le une una buena capacidad para retener, razonar y analizar la información, quizás esta sea una combinación perfecta para que tu hijo sea un genio en el área que se proponga.
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