CUANDO SE PORTA MAL EN PÚBLICO
- rociosanmartinchap
- 18 oct 2017
- 2 Min. de lectura

Una de las mayores dificultades a las que se enfrentan los padres de niños muy hiperactivos es controlar su comportamiento en lugares públicos. Puede ponerse a gritar cuando estáis haciendo la compra, tener una rabieta en medio del restaurante, o negarse a abandonar la tienda de juguetes. Estos momentos resultan complicados no tanto por el comportamiento en sí, si no por lo embarazoso de la situación. Cuando los padres no son capaces de controlar su comportamiento, algo que en ocasiones resulta muy difícil, pueden sentirse observados y cuestionados por otros adultos.
Lo más importante cuando esto ocurre es hacer un plan de actuación antes de que ocurra la posible situación conflictiva y pedirle que nos repita que esperamos de él y cuáles serán las consecuencias de (no) obedecer. Si cuando estamos en casa se niega a repetirla podemos hacer uso de la ya comentada técnica de tiempo fuera. Esta técnica también la podemos realizar en el coche u en otro lugar, siempre que sea un lugar sin estímulos positivos.

No sólo debemos hablarle de castigo. Si cumple la norma debe tener un incentivo, el cual se recomienda que no sea algo material, puede ser un elogio, un abrazo, ir a un sitio que le guste o jugar con él a algo de su agrado. Y como os comentamos anteriormente, asegúrate que antes de que llegue a la situación conflictiva sepa cuál será la consecuencia positiva por obedecer.
En cuanto al castigo, si se porta mal podemos hacer uso del tiempo fuera también en un lugar público. Para ello, anticipándonos a que pueda portarse mal debemos buscar en qué lugar cumplirá su tiempo de castigo alejado de estímulos agradables para él. Otra posibilidad es llevar consigo un pequeño bloc, de modo que cuando se porte mal observe que lo apuntamos y sabiendo que ello tendrá una consecuencia negativa al llegar a casa. En todo momento debe conocer cual será esa consecuencia negativa. En la misma línea del bloc, podemos llevar un rotulador, con el cual le haremos una marca para señalarle que se ha portado mal y que ello tendrá una consecuencia.

Finalmente, recordarte que esta o cualquiera otra técnica/método para controlar la conducta de un niño con TDAH requiere de paciencia. Al pequeño le costará inhibir su comportamiento y predecir las consecuencias de sus actos cuando esté en un momento excitante para él, bien porque esté contento o enfadado. Por ello, las técnicas aquí comentadas requieren de su aplicación durante varias semanas para que tengan el objetivo que se persigue.
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